Por motivos comerciales debo asistir cada cierto tiempo y es penoso confirmar el cada vez más creciente desprecio por el tiempo de las personas que concurrimos.
El día de hoy asistimos con mi hijo, sacamos el turno para ser atendidos y debimos retirarnos tras 23 minutos de espera, por supuesto sin concretar el trámite, cuando sólo habían cuatro clientes esperando. Luego fue ingresando una cantidad mucho mayor. Lo cual no hizo que aceleraran la atención.
Lamentablemente no podíamos hacer el trámite a través del cajero automático.
Con seis ó siete cajas de atención al cliente, solamente habían habilitadas dos (esto es recurrente), es inentendible cómo hacen visible su falta de empatía con los clientes y el desinterés por el tiempo de cada uno.
Lamento mucho esto, pero no los recomendaría de ninguna manera.
Siempre están a tiempo de revertir la mala atención.